Para definir la energía solar fotovoltaica podemos decir que es una forma de obtención de energía eléctrica a través de paneles solares fotovoltaicos.
Estos paneles están formados por células elaboradas a base de silicio, sensibles a la luz que emiten electrones al incidir sobre ellos los fotones que provienen de la luz solar, de esta forma la energía luminosa del sol se convierte en energía eléctrica. Al colocar varias de estas células en serie se puede obtener un voltaje suficiente para ser utilizado directamente, almacenado o inyectado a la red eléctrica.
Esta tecnología es muy útil en entornos aislados donde el acceso a la red eléctrica es imposible, pudiendo alimentar estaciones meteorológicas o repetidores de comunicaciones. Aunque cada día la implantación de estos paneles es mas visible que nunca, en farolas, señales de tráfico o en el tejado de cualquier casa. En cuanto al sistema fotovoltaico conectado a la red eléctrica, a principios de 1999 entró en vigor el Real Decreto 2818/1998, que obligaba a las compañías eléctricas a comprar la electricidad producida por sistemas fotovoltaicos.
Elementos que componen una instalación solar fotovoltaica
Generador solar: Es el panel o conjunto de paneles fotovoltaicos que captan la energía solar luminosa y la transforman en corriente continua.
Regulador de carga: evita los picos de energía, controlando las sobrecargas que podrían dañar la instalación. De la misma forma permite al sistema trabajar siempre en un punto máximo de eficacia.
Acumulador: La energía producida puede almacenarse en un acumulador, para usarla directamente o transformarla mediante un inversor en corriente alterna.
Estos son los elementos que forman un sistema fotovoltaico, aunque su configuración puede variar para adaptarse a las distintas situaciones.
Aplicaciones de la energía solar fotovoltaica
Como ya hemos dicho sus aplicaciones han sido para proveer de energía eléctrica a zonas donde era difícil acceder a la red eléctrica, pero en la actualidad se está convirtiendo en algo muy habitual y en un negocio rentable, gracias a la posibilidad de conectar estas instalaciones solares a la red eléctrica.
Sus aplicaciones son tantas como pueda tener la electricidad, con la limitación del coste del equipo o la superficie del campo de paneles.
- Electrificación de viviendas rurales
- Alimentar bombas para el suministro de agua a poblaciones o para riegos.
- Repetidores de señal, telefonía móvil y rural.
- Todo tipo de señalización (marítima, ferroviaria, terrestre y aérea) y alumbrado público.
Producción de energía solar fotovoltaica
En la actualidad España es el primer productor mundial de energía fotovoltaica, ya que cuenta con una potencia instalada que se estima en 3.200 MW.
La conexión a la red eléctrica en España requiere permisos de la administración y la autorización de la compañía eléctrica distribuidora de la zona. La eléctrica está obligada a dar un punto de enganche a la red eléctrica, pero en la práctica el papeleo y la poca colaboración por parte de las eléctricas están frenando el impulso de las energías renovables. Cosa que choca directamente con los objetivos de la Unión Europea para impulsar las energías limpias.
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